LANZAROTE - Arrecife

HISTORIA
Muchos han querido ver en las islas Canarias los restos de la legendaria Atlántida, la gran civilización que osó retar a los dioses con su avanzado desarrollo según la mitología clásica.

La historia de Lanzarote es una combinación de culturas y de razas en constante lucha por superar los obstáculos de la lejanía insular y de la escasez de agua que padece la isla.

Conocida ya en la Antigüedad por fenicios y romanos, Lanzarote estuvo habitada por pueblos de ascendencia bereber por lo menos desde hace unos dos mil años. Estos habitantes, denominados majos, vivían del pastoreo, de la pesca y de una agricultura muy limitada.

A finales de la Edad Media se produjeron visitas de navegantes genoveses y castellanos, hasta que el normando Jean de Bethencourt, a las órdenes de la corona española, inició en el sur de Lanzarote el proceso de conquista de todo el Archipiélago.

ARRECIFE
Capital de Lanzarote desde la segunda mitad del S. XIX, se ha convertido en el centro administrativo y comercial de la isla. En todo momento está presente su marcado carácter marinero junto con su función histórica de fortaleza defensiva y su actual papel de ciudad de servicios dedicada a las relaciones comerciales y mercantiles.

A raíz de la expansión comercial hacia el exterior a través de su histórico Muelle de la Cebolla, en apenas dos siglos pasó de acoger unos pequeños almacenes de carga y descarga a convertirse en el núcleo central de la isla. Su nombre procede de del conjunto de arrecifes, islotes y pequeñas rocas volcánicas que predominan a lo largo de su litoral.

Entre sus calles y casco antiguo se percibe fielmente su condición de ciudad marinera y comercial con el sinfín de mercancías llegadas de otros puertos, presentes en cualquiera de sus tiendas y comercios. Otra huella de su vinculación marinera es la iglesia de San Ginés, santo patrón de Arrecife y apreciado en forma de cuadro que llegó de procedencia desconocida a través del mar.

Arrecife es sede de centros comerciales, tiendas, bazares, pequeños y tradicionales comercios, que albergan productos y artículos tan variados, que aluden directamente a la situación privilegiada de las Islas Canarias como paso y encuentro entre continentes. El diferente tratamiento fiscal de las islas ofrece precios más competitivos en gran parte de los productos comerciales.

Dentro de los atractivos turísticos con los que cuenta Arrecife, podemos señalar sus castillos defensivos: el Castillo de San Gabriel, unido a la capital por el Puente de las Bolas y el Castillo de San José, hoy convertido en Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC). Otro punto de indudable interés es la sala El Almacén, que ofrece con frecuencia manifestaciones artísticas de la gran creatividad que prolifera en Lanzarote.

Arrecife cuanta además con la Playa del Reducto, bandera azul de la Unión Europea, su larga avenida que bordea el litoral marino y un rincón apetecible y encantador como es el Charco de San Ginés, situado al lado de la iglesia de San Ginés. Se trata de una especie de lago formado por la entrada de agua de mar, descanso de chalanas y pequeños barcos, rodeado de pequeñas casas de pescadores, donde también ha intervenido el buen oficio del artista local César Manrique.



Arrecife es el centro comercial más grande de Lanzarote. Pasear por su calle Real y entrar en sus múltiples comercios es toda una delicia. Productos de artesanía se entremezclan con aparatos de alta tecnología, ropa de diseño y complementos de ocio y tiempo libre. Centros Comerciales, pequeñas tiendas familiares y grandes almacenes colman todos los deseos por muy extraños que sean.

La zona comercial de Arrecife engloba 250 locales de negocios, el 78% de los cuales están destinados al comercio, el resto a restauración, oficinas de sucursales bancarias y servicios. Dentro de la oferta comercial sobresalen los comercios dedicados a equipamiento personal, así como regalos, papelerías. Etc.


YAIZA
Situado en el sur de la isla, fue el primer lugar de conquista y primer enclave europeo en el Archipiélago canario, conocido con el nombre de Rubicón, que por disposición pontificia, su modesta capilla de San Marcial de Rubicón, pasó a convertirse en Catedral erigiéndose en diócesis de Canarias en 1404.

Comparte con Tinajo la otra gran parte del Parque Nacional de Timanfaya, también conocido en su historia como Montañas del Fuego, al cual se puede acceder bien en automóvil o a través de sus conocidas excursiones en camello, que transcurren por los parajes insólitos y únicos de sus alrededores. Fue declarado Parque Nacional en 1974, sobre una extensión total de 51 km.

En su interior se pueden observar una gran variedad de fenómenos geológicos relacionados con su naturaleza volcánica, así como una gran diversidad biológica que alcanza a 180 especies de vegetales distintos y que se desarrollan en una tierra en apariencia infértil.

 El Parque Nacional de Timanfaya surge de las violentas erupciones volcánicas de 1730 – 1736, seis años consecutivos, y las posteriores del S. XIX, principalmente en 1824. Desde aquel entonces se le ha denominado popularmente como las Montañas del Fuego y constancia de su naturaleza volcánica son las altas temperaturas próximas a los 600ºC que se registran a menos de diez metros de profundidad y los alrededor de 120ºC que pueden reinar a nivel de la superficie.

El pueblo de Yaiza es el núcleo municipal y se encuentra en el borde del área sepultada por las erupciones volcánicas de 1730 y 1736. Precisamente, la crónica fundamental de las erupciones fue narrada por el entonces párroco de Yaiza, Andrés Lorenzo Curbelo. Se trata de uno de los pueblos mejor conservados del Archipiélago canario, cuenta con diversos premios de embellecimiento, sensación que percibe el visitante al pasar entre sus calles y casas en extremo cuidadas y adornadas con variedad de plantas y flores. Frente al ayuntamiento se haya la parroquia de Nuestra Señora de los Remedios, patrona del municipio, cuya festividad se celebra el 8 de septiembre. Yaiza sobresale entre los pueblos de la isla por su cuidado paisajístico y su respeto a la arquitectura tradicional.

Entre los atractivos turísticos que contiene, aparte de los grandes contrastes de sus tierras rojizas, negras y amarillas, hay que apuntar Los Hervideros y El Golfo con su lago verde natural, sendos fenómenos físicos que destacan por el magnetismo y atracción que proporcionan en su contemplación.

Una vez atravesada la zona turística de Playa Blanca, que ha sabido combinar su tradición marinera con un desarrollo turístico sostenido y de calidad, llegamos a las famosas playas de Papagayo, una serie de calas recogidas y bien resguardadas que se conservan en su estado más natural y virgen.

También es imprescindible acercarse a las Salinas del Janubio, que han sido fuente de ocupación y de actividad salinera en la isla, dejando entrever la capacidad del hombre isleño para desarrollar una gran industria en su día; los efectos visuales y los matices de color que se producen en el proceso de evaporación de la sal, es un reclamo que atrae al visitante a su paso por este escenario natural que cuenta con una protección especial.

Destaca asimismo, el "milagro" de la lucha del hombre contra la naturaleza, La Geria, malpaíses cultivados con esmero, donde el agricultor ha hecho verdaderas obras de arte pétreas en su batalla contra el viento y los elementos.

Yaiza cuenta en la actualidad con dos modernos puertos deportivos: Puerto Calero y Marina Rubicón. Su amplia oferta comercial y de ocio invita a pasear y a disfrutar de su ambiente marítimo.

HARÍA
Se encuentra al norte de Lanzarote y destaca por gozar de un microclima especial que convierte sus tierras en las más verdes de la isla, donde se da la mayor parte de la flora autóctona, como sus conocidos endemismos, algunos únicos en el mundo.

Este municipio es conocido también por el sobrenombre del Valle de las Mil Palmeras, en donde también se puedes hallar otras especies tropicales como tuneras o cactus, entre otras. Su mayor humedad no lleva consigo un gran desarrollo de la agricultura debido a su orografía abrupta y montañosa.

De esta forma se puede observar parajes insulares excepcionales como parte del Risco de Famara y las Peñas del Chache, que constituye el punto más alto de Lanzarote con 670 metros; o las calas y playas con las arenas más blancas de la isla, que contrastan con colas lávicas, grutas, cuevas subterráneas procedentes del majestuoso Volcán de la Corona.

Haría tiene la suerte de reunir dos atractivos naturales de gran impacto: La Cueva de los Verdes y los Jameos del Agua, dos tramos del mismo tubo volcánico, en los que los caprichos de la naturaleza han creado inigualables espacios de gran belleza. Otro punto de obligada visita es el Mirador del Río, que se erige sobre los escarpados acantilados del litoral de Haría, ofreciendo una de las vistas más impresionantes del Archipiélago Chinijo, con la isla de La Graciosa en primer plano.

Su rico y productivo litoral ha prodigado el nacimiento de pequeños pueblos de pescadores donde degustar los sabrosos y frescos productos de mar, que cada día están al alcance de sus visitantes en los diferentes restaurantes.

Haría es, en definitiva, una tierra de contrastes que sorprende al viajero por sus continuos cambios y que lograrán dejar una grata y duradera impresión.

SAN BARTOLOMÉ
Es el municipio más pequeño de la isla después de Arrecife, situado en el centro y en donde se ubica el aeropuerto insular. A pesar de que su litoral costero es menor que el resto de municipios, no ha sido óbice para que desarrolle una de las zonas residenciales más grandes de Lanzarote en torno a Playa Honda.

Mantiene una evidente vinculación con la agricultura y el desarrollo de productos tan característicos de la isla, como el boniato o la batata. En sus dominios también tiene extensas zonas de lava como El Islote, que dificulta aún más la obtención de productos fértiles a la vez que ensalza los grandes esfuerzos para conseguirlos.

Su vinculación con el cultivo de la tierra, llevó a César Manrique a homenajear el trabajo afanoso del campesino isleño, en el Monumento al Campesino, que junto a la Casa Museo permite acercarse al conocimiento dela agricultura insular, de los aperos rústicos y otras herramientas tradicionales que aún hoy, en algunos casos, se siguen utilizando.

En el propio pueblo de San Bartolomé además de encontrar la Casa Ajei, sede de manifestaciones artísticas o culturales, es recomendable acercarse a la iglesia del municipio en donde percibir detalles arquitectónicos de gran valor cultural al mismo tiempo que recorrer grandes zonas de lava solidificada o extensas áreas de cultivos de vid, que se alternan con higueras, bodegas, casas rústicas y que contrastan con el fondo negro del ya inminente Valle de la Geria.

TÍAS
Es el centro sur de la isla de un municipio que vive abocado al mar y que recoge en su litoral costero a la zona turística de mayor alojamiento de Lanzarote. Iniciada desde el pequeño pueblo marinero de Puerto del Carmen, se ha ido desarrollando a partir de la sucesión de sus maravillosas playas entremezcladas con pequeñas rocas salientes, hasta llegar al desarrollo de una infraestructura turística de primer orden.

En el interior de Tías se encuentra parte del Valle de la Geria, espacio protegido formado sobre cenizas y lava volcánica, idónea para el cultivo de la vid, cavando una serie de hoyos que protegen a las plantaciones de los vientos y que conservan en condiciones óptimas la humedad de la tierra.

A ambos lados del Valle de la Geria están las bodegas, que permiten comprobar el buen hacer artesanal de la calidad de los vinos lanzaroteños.

El interés de este municipio por la cultura y por la pervivencia en el tiempo de sus costumbres, se observa palpablemente en sus centros socio-culturales, el Teatro Municipal, el Centro Cívico y de Servicios "El Fondeadero" o el Museo de Arte Grabado.

Su crecimiento ordenado y planificado guarda, común en toda la isla, la armonía con el entrono, sobre todo en su arquitectura popular. No en vano la limpieza y conservación de sus playas han situado a Puerto del Carmen entre los principales destinos elegidos por los visitantes hacia Canarias.

TEGUISE
La Villa de Teguise fue la antigua capital de Lanzarote desde la primera mitad del S. XV hasta la segunda mitad del S. XIX (año 1852), cuando perdió prácticamente todas las parcelas de poder en detrimento de la nueva capital Arrecife. Fue el primer asentamiento civil y urbano más importante de Canarias en el S. XV, y se erigió sobre la antigua zona habitada por los aborígenes conocidos con el nombre de Acatife o Gran Aldea.

Ha sido la villa noble y señorial a lo largo de su rico pasado, primero con la dinastía Bethencourt y posteriormente con los Herrera, periodos ambos en los que Teguise conoció momentos de máximo esplendor. Declarada conjunto arquitectónico-histórico- artístico, se trata de una de las villas más antiguas y que han escrito una de las páginas más nobles y célebre de la historia de Lanzarote.

Dispone de un conjunto patrimonial que se halla repartido entre sus angostas y empedradas calles, destacando sus tradicionales casas nobles, señoriales y aristocráticas.

Teguise es el municipio más extenso de la isla, que alcanza tanto su costa este como la oeste, y que ha conseguido desarrollar una de las mejor planificadas zonas turísticas de Canarias, denominada Costa Teguise, que desde el principio se decantó y orientó por configurarse como una zona de gran nivel y calidad en sus servicios.

Entre los monumentos y palacios más admirables y recomendables, se encuentra el Palacio Spínola, el Convento de San Francisco, la Ermita de San Rafael, la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, el Convento de Santo Domingo y el Castillo de Santa Bárbara o Castillo de Guanapay, que son fiel reflejo de la influencia que desempeñó Teguise como centro cultural, religioso y cortesano.

TINAJO
El municipio de Tinajo ocupa el centro oeste de la isla y está marcado por su origen volcánico, especialmente por las erupciones acaecidas desde Timanfaya y desde su volcán más conocido el Tinguatón, parte del mismo incluido entre sus límites, y que han sembrado prácticamente de lava gran parte de la extensión de este municipio.

Este hecho ha permitido que Tinajo sea uno de los pueblos de Lanzarote, con una agricultura más floreciente y productiva, dado que sus cultivos a partir del rofe o picón, ceniza volcánica que conserva muy bien la humedad, se dan en óptimas condiciones y con una extraordinaria calidad a pesar de la escasez de lluvias.

Las constantes y continuas erupciones que asolaron a este municipio a lo largo de la historia, han derivado en el despertar de una profunda fe religiosa en torno a su devota Virgen de los Volcanes o de los Dolores, patrona de Lanzarote y una de las que con más fervor se sigue en Canarias, quien bajo su manto protector, reza la leyenda que consiguió detener los enormes ríos de lava que iban directamente sobre los habitantes y las casas de Mancha Blanca.

En su honor fue construida la ermita de los Dolores, y en su honor cada año, el 15 de septiembre, durante la celebración de esta festividad, acuden romeros y peregrinos desde todos los rincones de la isla, ataviados con los trajes típicos de la isla, para otorgar sus presentes y regalos a la Virgen.

En la iglesia de San Roque se encuentran varias tallas y obras de artistas canarios, y también en la ermita de la Virgen de Regla. También se pueden presenciar maravillas de la naturaleza como la caldera de El Cuchillo, o diversas grutas volcánicas en donde sus habitantes se protegieron de las invasiones de piratas y saqueadores. El Tinguatón, que entró en erupción en los S. XVI y XVII, es también un punto de partida para adentrarse en el Parque Nacional de Timanfaya.

RUTAS Y EXCURSIONES EN LANZAROTE
La pasmosa e inusitada belleza de Lanzarote continúa desconcertando a todo aquel que se ha acercado a la Isla desde los primeros tiempos de su existencia. Porque un recorrido por la denominada "Isla de Fuego" traslada al viajero a universos diferentes, donde la soledad de los conos volcánicos vestidos de tonos ocre y violeta o el tinte discontinuo del terreno impiden encontrar una referencia, cualquier semejanza con lo hasta ahora conocido.

Un entorno que todo el mundo coincide en proteger y conservar intacto para disfrute y enriquecimiento de los que habitamos este planeta. Con ese espíritu y, gracias a la labor de conservación de unos habitantes que saben vivir en comunión con la tierra y a la indudable aportación de César Manrique, Lanzarote fue declarado por la UNESCO, en 1993, "Reserva de la Biosfera".

Es menester perder la mirada por la llanuras lunares, por las viñas dispuestas en un maravilloso anfiteatro de verdes, negros y purpúreos horizontes, en la falda de un volcán.

Los volcanes, siempre los volcanes, que, como señores de un territorio al que han dado vida, vigilan la vida tranquila de los habitantes de Lanzarote, desde sus cúpulas terribles y dormidas.

El caminante podrá reposar, tal vez, contemplando la traviesa fisonomía de una costa ininterrumpida, privilegiada, en la que el viento y el agua se han complacido en crear parajes excepcionales dignos de respeto y atento cuidado.

GASTRONOMÍA
Acatife – Cocina Canaria – San Miguel 4  Costa Teguise
Castillo de San José – Canalejas 52 – Arrecife

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